BMW, Ford, VW y Honda quieren ser escuchados en el caso de las normas de emisiones de Trump

BMW, Ford, Volkswagen y Honda fueron noticia el año pasado cuando anunciaron un compromiso voluntario para seguir normas estrictas en Estados Unidos en lo que respecta a las emisiones del tubo de escape. Los cuatro se ofrecieron básicamente a seguir las normas que el gobierno de Obama había establecido sobre el terreno, mientras que el gobierno de Trump pretendía cancelar la legislación previamente acordada.

Ahora, mientras 23 estados de EE.UU. presentan una demanda para contrarrestar la medida de la administración Trump, los cuatro planean permanecer neutrales.

Ya durante la administración Obama, el gobierno decidió imponer un aumento anual de la eficiencia para los coches nuevos fabricados y vendidos en EE.UU. del 5 por ciento al año hasta 2026. Cuando la administración Trump asumió el poder, decidió reducirlo al 1,5% anual, una medida que fue del agrado de varios fabricantes de automóviles, pero no de todos. Varios estados también han mostrado una posición diferente y se han unido para desafiar la norma del presidente Trump.

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Para ser más precisos, 23 estados, liderados por California, así como el Distrito de Columbia, han impugnado los cambios de la legislación en los tribunales y BMW, Honda, Ford y Volkswagen dijeron que planean permanecer neutrales en el asunto, pero que les gustaría ser escuchados «para garantizar que cualquier remedio impuesto por este tribunal sea apropiado y alcanzable», según Automotive News. Los cuatro han llegado a un acuerdo voluntario con California el año pasado, en el que se comprometieron a cumplir normas más estrictas.

Sin embargo, la industria en su conjunto está lejos de estar en la misma página sobre el asunto. Empresas como General Motors, Fiat Chrysler Automobiles e incluso Toyota se han puesto supuestamente del lado de la administración Trump en una demanda diferente sobre si el gobierno federal puede despojar a California de su derecho a establecer requisitos para los vehículos de cero emisiones.

Esta será, sin duda, una larga lucha legal y su resultado marcará drásticamente el futuro de la industria del automóvil.

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