La transición hacia la electrificación en la industria automotriz está marcando un antes y un después en muchas fábricas emblemáticas. En este contexto, el planteamiento de BMW para su planta de Múnich se posiciona como uno de los cambios más significativos de la compañía. Este artículo explora las complejidades y los logros de una transformación que no solo busca modernizar la producción, sino también establecer un nuevo estándar en sostenibilidad y tecnología.
Transformación histórica de la planta de Múnich
En febrero, tuve la oportunidad de presenciar una de las transformaciones más ambiciosas en la historia de BMW. La planta de Múnich, ubicada detrás de la icónica sede y museo de la marca, está en medio de un esfuerzo de modernización masivo que cambiará por completo la forma en que BMW fabrica automóviles en su ciudad natal. Desde 1922, esta planta ha sido un pilar fundamental para la producción de vehículos y, para 2027, se convertirá en una de las primeras en dedicarse exclusivamente a la producción de vehículos eléctricos de la nueva clase.
Este cambio no se asemeja al de la nueva planta en Debrecen, Hungría, que fue diseñada desde cero para la plataforma de vehículos eléctricos. En Múnich, el desafío radica en reconstruir la planta desde adentro, manteniendo la producción a gran escala. Cada día, 1,000 vehículos salen de la línea de producción, mientras grúas, camiones y trabajadores operan a su alrededor. La planta no se expande horizontalmente, debido a limitaciones de espacio; en su lugar, crece verticalmente, con nuevas edificaciones de tres plantas reemplazando a las más antiguas.
Un enfoque innovador para mantener la producción
La transformación de la planta de Múnich no solo se centra en la introducción de nuevas tecnologías, sino que se lleva a cabo mientras se mantiene la planta en funcionamiento. A diferencia de muchas fábricas automotrices que cierran durante extensos periodos para realizar reconfiguraciones, BMW no tiene esa opción. El entorno urbano denso de la ciudad imposibilita una expansión a gran escala, lo que obliga a la empresa a demoler y reconstruir secciones de la planta por fases.
- BMW ha iniciado 13 proyectos de reubicación para despejar espacio para nuevas estructuras.
- Departamentos enteros, como la producción de motores y el tratamiento de aguas residuales, han sido trasladados a otras ubicaciones.
- La división de fabricación de motores ahora opera en Austria y el Reino Unido, marcando el fin de la producción de motores de combustión en Múnich.
Este proceso implica una planificación meticulosa y una logística precisa. En total, 600,000 toneladas de material deben ser desmontadas, probadas y, posteriormente, desechadas o reutilizadas. Las regulaciones exigen que BMW analice y procese este material antes de retirarlo del sitio, lo que significa que grandes áreas de la planta se utilizan para almacenamiento temporal. Cada día, 400 camiones entran y salen para entregar piezas y retirar estructuras desmontadas.
Edificios nuevos y eficientes energéticamente
Cuando se complete la transformación, se agregarán 70,000 metros cuadrados de espacio en el piso de producción, haciéndolo más eficiente y adecuado para la fabricación de vehículos eléctricos. Se están construyendo tres nuevos edificios para las operaciones de ensamblaje y carrocería, cada uno con tres plantas completas para optimizar el uso del espacio. Estos nuevos edificios serán un 40% más eficientes energéticamente que los que reemplazan, alineándose con los objetivos de sostenibilidad más amplios de BMW.
“Tuvimos que repensar todo. No hay espacio para expandirse hacia afuera, así que estamos construyendo hacia arriba. La nueva sala de ensamblaje final tiene tres pisos, cada uno de nueve metros de altura; su huella es del tamaño de seis campos de fútbol. Y cuando entras, te das cuenta de lo rápido que están cambiando las cosas. Si te ausentas por dos semanas, ya hay muros nuevos”, comentó el Dr. Mohan Noronha, líder del proyecto de transformación estructural de la planta de BMW en Múnich.
Integración de tecnología avanzada y transformación de la fuerza laboral
Más allá de las modificaciones estructurales, la planta de Múnich está adoptando nuevas tecnologías para optimizar la producción. El nuevo taller de carrocería integrará más de 900 robots, lo que reducirá significativamente la necesidad de mano de obra manual en los procesos de soldadura y ensamblaje. Los sistemas de control de calidad impulsados por inteligencia artificial inspeccionarán los vehículos en tiempo real, minimizando defectos y mejorando la eficiencia. Además, se implementarán sistemas logísticos automatizados que reemplazarán a los transportes manuales tradicionales.
A pesar de esta tendencia hacia la automatización, BMW no está reduciendo su plantilla. La planta emplea actualmente a 6,500 personas de más de 60 nacionalidades, y en lugar de despidos, BMW está reentrenando y recolocando a sus empleados para nuevos roles en la producción de vehículos eléctricos. Se está construyendo un nuevo Campus de Talento para proporcionar formación continua, asegurando que los empleados se mantengan a la vanguardia de la fabricación automotriz moderna.
“No estamos reduciendo empleos; estamos capacitando a nuestra gente para el futuro”, aseguró el Dr. Noronha.
Sostenibilidad y futuro de la fabricación urbana
La transformación también está impulsada por principios de sostenibilidad e integración comunitaria. Dada la ubicación de la fábrica en el corazón de Múnich, BMW se ha comprometido a reducir emisiones, ruido y congestión del tráfico, mejorando a su vez la huella visual y ambiental de la planta. El nuevo diseño incorpora espacios verdes, y BMW está explorando maneras de hacer que partes de la fábrica sean más accesibles al público.
Además, se están optimizando las logística para minimizar el transporte innecesario, con piezas entregadas directamente a las líneas de producción en lugar de pasar por múltiples ubicaciones. Estos esfuerzos reducirán el tráfico alrededor de la planta y disminuirán las emisiones, haciendo que la instalación sea más compatible con el entorno urbano circundante.
Logros impresionantes en un tiempo récord
Recorriendo la planta, queda claro que esto no es solo una simple actualización de la fábrica. Se trata de una transformación histórica. Durante más de un siglo, la planta de Múnich ha sido el corazón palpitante de la fabricación de BMW. Ahora, está evolucionando hacia un centro de producción de vehículos eléctricos de última generación, estableciendo las bases para los modelos de la nueva clase que definirán el futuro de BMW.
¿Lo más asombroso? BMW está llevando a cabo todo esto sin detener la producción.
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