Ahora que el BMW Serie 7 facelift ha salido a la luz, las críticas van a empezar a aparecer aquí y allá. Sin embargo, las comparaciones con sus rivales habituales de Alemania son igual de inevitables. Hoy vemos una de esas comparativas a tres bandas por cortesía de los chicos de What Car. Han cogido un Audi A8 de 2019 y un Mercedes-Benz Clase S similar para enfrentarlos al recién llegado: el Serie 7 facelift.
Los tres coches comparados aquí son todos diésel, ya que esos siguen siendo las opciones más populares en Europa ahora mismo. Aunque las cosas están cambiando, por el momento es difícil superar la frugalidad y el infinito par que ofrece un motor diesel. Los tres cuentan con motores diésel de 3,0 litros y los tres están muy bien configurados. La comparativa repasa la mayoría de las cosas que puedes preguntarte cuando pienses en comprar uno de ellos.
Dentro del habitáculo, el A8 es criticado por su falta de botones físicos. El uso de las pantallas táctiles puede parecer elegante, pero se convierte en un calvario en la vida real, especialmente en los tramos de carretera difíciles. El Serie 7 tiene el interior más robusto y el mejor sistema de infoentretenimiento, pero, según los críticos, tiene los asientos con masaje menos potentes, lo que es un fastidio. El Clase S tiene el interior más elegante de los tres y los asientos traseros más lujosos en esta configuración concreta, con más de 30.000 dólares de extras opcionales.
En carretera, el Serie 7 es el más duro de conducir de los tres. Eso no significa que no sea cómodo, especialmente en la autopista, pero no es tan confortable como los otros dos. Esto también tiene una explicación, ya que el Serie 7 es el más deportivo de todos. Sorprendentemente, el Clase S no ganó el premio a la conducción más confortable, ese honor fue para el A8. Al final, el Audi ganó la comparación y es comprensible, ya que es el más nuevo de los tres.