El Centro de Reciclaje y Desmontaje (RDC) de BMW Group en Unterschleissheim abrió sus puertas por primera vez en 1994. En la zona norte de Múnich, se investiga el reciclaje eficiente y compatible con el medio ambiente de los vehículos BMW. Aunque oficialmente el RDC está certificado como empresa de reciclaje, principalmente recicla vehículos de prueba del Grupo BMW.
De forma rápida y eficaz, y utilizando tecnología punta, casi el 90% del coche se recicla y se reutiliza cuando termina su ciclo de vida.
Las mulas de prueba o prototipos, los vehículos de preproducción, e incluso los coches utilizados en campañas de marketing, están todos ordenados en un cementerio a la espera de ser transformados en chatarra.

Primero se vacía el coche de todos los líquidos (aceite, gasolina, líquido de frenos, etc.). En una instalación separada, se desactivan los airbags y los tensores de los cinturones, y se neutralizan de forma segura la batería y los componentes pirotécnicos. Con el tiempo, BMW ha investigado continuamente formas de mejorar este proceso, como en el caso de la eliminación del aceite de los amortiguadores. Los expertos en reciclaje de BMW Group trabajaron con empresas asociadas para desarrollar un dispositivo para la evacuación rápida y segura del aceite usado.
Los fluidos y algunas piezas del coche van a parar a la basura, mientras que los componentes no dañados pueden venderse como piezas de recambio usadas (por ejemplo, paneles laterales, ruedas, neumáticos o radios). Los metales preciosos, como el platino, se reciclan. Los motores pueden reacondicionarse.
Al final, la carrocería del coche es transformada en un cubo por la gigantesca trituradora.
El cubo se tritura en trozos pequeños y luego comienza el proceso de clasificación, con el fin de separar los metales de los plásticos, mediante el uso de imanes, corrientes de Foucault o cribado. Esto es necesario para poder reutilizar los trozos como materia prima secundaria.
El reciclaje de coches no es, desde luego, un proceso fácil, ya que estamos hablando de decenas de miles de piezas en cada coche. Este proceso se ha convertido en algo tan importante para BMW que está explorando constantemente las posibilidades de eliminar los materiales de la manera más eficaz.
Al mismo tiempo, BMW tiene en cuenta un enfoque de «diseño para el reciclaje», por ejemplo, disponiendo los componentes del vehículo de tal manera que los fluidos como el aceite, el combustible o los refrigerantes puedan eliminarse rápida y fácilmente al final del ciclo de vida del coche.
Aquí hay un largo vídeo que destaca el proceso:
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