BMW Technik GmbH se fundó en 1985 con la misión de desarrollar soluciones innovadoras para un gran número de aspectos relacionados con la movilidad individual. Los especialistas que trabajaban en el recién creado departamento fueron capaces de llevar a cabo esta misión con éxito en el primer proyecto que abordaron. Desarrollaron el BMW Z1 roadster. Este proyecto de vehículo pretendía probar materiales innovadores, lanzar un concepto de carrocería revolucionario y poner de manifiesto las oportunidades de optimizar los procesos de desarrollo.
El resultado fue tan impresionante que ya tres años después salió de la fábrica de BMW de Múnich el primero de un total de 8.000 vehículos de serie. Con su carrocería de plástico, sus puertas correderas verticales y sus fascinantes propiedades de manejo, el BMW Z1 no fue simplemente el primer hito en la historia de BMW Technik GmbH, sino que también se convirtió en un fenómeno excepcional en la carretera.
Los ingenieros que trabajaban en el laboratorio de ideas creado por primera vez como BMW Technik GmbH causaron sensación con su primer desarrollo. Pusieron en común sus ideas para un concepto de vehículo completamente nuevo en un roadster biplaza. Durante este proceso, desarrollaron un tipo de coche que prácticamente se había olvidado a mediados de los años 80. Por lo tanto, el primer proyecto ya era un ejemplo perfecto del enfoque tan especial que estaba adoptando la empresa.
Los aspectos más destacados del BMW Z1 iban mucho más allá del diseño de la carrocería, que fue recibido con tan buena acogida por el público, y del motor de seis cilindros en línea de 125 kW/170 CV que servía de propulsor. El desarrollo de este deportivo abierto comenzó en la segunda mitad de 1985, y en última instancia este coche se planificó como un proyecto piloto para las estructuras innovadoras de los vehículos, la fabricación y aplicación de nuevos materiales y la optimización de los procesos de desarrollo.
La estructura del BMW Z1 consta de un chasis de acero de tipo monocasco con un suelo de plástico adherido. La carrocería del coche está hecha de plásticos elásticos especiales que no son sensibles a los daños. Se han utilizado nuevos materiales termoplásticos y componentes tipo sándwich. Los umbrales laterales, comparativamente altos, proporcionan un grado de protección a los pasajeros que no se había conseguido antes en un roadster. Las puertas correderas verticales motorizadas son el elemento visual más llamativo del diseño.
Los ingenieros desarrollaron una suspensión completamente nueva para las ruedas traseras con el fin de garantizar que el BMW Z1, con su velocidad máxima de 225 km/h, también se clasificara con éxito en la disciplina del placer de conducir a prueba de futuro. El llamado sistema de doble horquilla central utilizado para el eje trasero constituía la base del manejo del roadster, que se asemejaba a las prestaciones de un kart. Este diseño fue más tarde uno de los factores clave en el ágil manejo experimentado en los modelos de gama media de BMW, cuando se convirtió en el eje Z del BMW Serie 3.
Incluso hoy en día, el BMW Z1 es un modelo para aficionados, a pesar de que el concepto originalmente no estaba destinado a la producción en serie.
BMW Z1 Coupé: La base del concepto de plataforma.
El proyecto de investigación original -que finalmente daría lugar a la creación del BMW Z1- incluía investigaciones fundamentales en las áreas de construcción de carrocerías, materiales y procesos de desarrollo. Desde el principio, esto incluyó ir más allá de los límites y aplicar los métodos recién creados a varios conceptos de vehículos. El BMW Z1 se convirtió en un éxito de público como un fascinante roadster, y tenía el potencial de ser acompañado por otras versiones de modelos utilizando este enfoque. Los planes incluían un coupé y una versión con tracción a las cuatro ruedas del BMW Z1. Los requisitos previos para este tipo de diversificación se incluyeron en el diseño de la bandeja del suelo y el chasis. Y de hecho se creó un diseño para un BMW Z1 coupé que es prácticamente desconocido en el ámbito público hasta el día de hoy.
Aunque el BMW Z1 coupé nunca llegó a salir a la carretera, la innovadora estrategia de plataforma se utilizó por primera vez unos años más tarde durante el desarrollo de un vehículo de serie. En 1995, BMW presentó el BMW Z3 roadster. El biplaza captó inmediatamente la imaginación del público como un símbolo puramente abierto del puro placer de conducir. Sin embargo, el potencial de ampliación de la gama de modelos no era evidente a primera vista. El concepto se hizo realidad en 1998, cuando se lanzó al mercado el BMW Z3 coupé.
Esta flexibilidad obtenida en el desarrollo de versiones adicionales se aplicó también al modelo sucesor. El BMW Z4 debutó como roadster en 2002, y a él se sumó el BMW Z4 coupé cuatro años después.
