A principios de este año, Rolls-Royce lanzó una edición especial del Wraith Eagle VIII, destinada a celebrar los 100 años desde que se cruzó el Atlántico con un vuelo sin escalas, utilizando motores fabricados por la marca británica. El Wraith VIII es sin duda un gran coche, con muchos elementos a medida y un diseño único, del que sólo se fabricarán 50 unidades. Hoy, Rolls-Royce ha publicado un par de bocetos que nos muestran cómo se gestó el coche en primer lugar.
La colección cuenta la historia del vuelo pionero del capitán John Alcock y el teniente Arthur Brown. El dúo conquistó cielos inexplorados para cruzar el Océano Atlántico en un avión Vickers Vimy, impulsado por dos motores Rolls-Royce Eagle VIII, hace exactamente 100 años. Los bocetos, redactados por el Bespoke Collective de la Casa de Rolls-Royce, ofrecen una visión íntima del viaje creativo emprendido por los diseñadores de Rolls-Royce mientras trabajaban para expresar un extraordinario acto de valor dentro de los límites de un automóvil Rolls-Royce.
Torsten Müller-Ötvös, Director General de Rolls-Royce Motor Cars, comentó: «La habilidad única de nuestro Bespoke Design Collective permite contar la historia de uno de los momentos más cruciales del siglo XX, el primer vuelo transatlántico sin escalas, a través del Wraith, un coche que habla de potencia, drama y aventura. El Wraith Eagle VIII es una obra maestra moderna. Estos bocetos ofrecen una visión extraordinaria de su creación.”
Los diseños ponen de manifiesto la notable atención al detalle de la artesanía de Rolls-Royce Bespoke. El boceto del techo estrellado muestra el bordado de las nubes, las coordenadas del punto intermedio y la trayectoria de vuelo de Alcock y Brown. Otro boceto detallado muestra la vista nocturna desde arriba, que se incorpora al salpicadero del Wraith, en forma de incrustación de oro, plata y cobre. El boceto del reloj del coche de colección muestra un efecto de fondo helado que recuerda los paneles de instrumentos congelados de los aventureros, mientras que se ilustra el brillo nocturno verde del reloj, una referencia directa a la única luz que vieron Alcock y Brown mientras cruzaban el Atlántico.
