Hace apenas una semana, BMW sorprendió con una interesante mula de pruebas en los alrededores de Nürburgring. Entre otras muchas cosas, había una ventanilla lateral trasera camuflada que albergaba tres salidas de aire paralelas. Así que claramente, BMW estaba probando alguna nueva tecnología, incluyendo una avanzada plataforma híbrida. Aunque un supercoche de la división M no parece estar en los libros, algunos informes insinúan un futuro modelo M8 superior.
Según Motor.es, un BMW M8 CSL podría llegar en 2022 y hacer uso de la nueva tecnología híbrida. Los rumores apuntan a que el coche está en las primeras fases de desarrollo. El M8 CSL podría ofrecer hasta 700 caballos de potencia gracias a la combinación de una unidad de seis cilindros y 3,0 litros con motores eléctricos.
En cuanto al diseño, el potentísimo M8 CSL podría contar con un gran alerón, un detalle que también hemos visto probado en algunas fotos espía a principios de este año. El futuro GT también podría someterse a una dieta de adelgazamiento, con elementos de fibra de carbono en el interior y el exterior, y una posible eliminación de la banqueta de los asientos traseros.
El renderizado visto aquí pretende retratar al futuro BMW M8 CSL con un tratamiento de fibra de carbono en el frontal, rejillas de ventilación en los guardabarros delanteros y un enorme alerón de competición en la parte trasera. Naturalmente, el techo de fibra de carbono ha llegado para quedarse.
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El nacimiento de nuevos modelos CSL tampoco es una sorpresa. En 2019, Markus Flasch, el director general en Garching, confirmó la posibilidad de futuros modelos CS y CSL. «Veremos más ediciones limitadas, especialmente modelos como el CS y, puedo imaginar, el CSL», dijo.
«No lo haremos con todos los coches, pero me atrevería a decir que tampoco tenemos que ceñirnos sólo a los coupés. Me imagino que también aparecerán CS y otras versiones especiales.
«No veremos la submarca GTS en el futuro. Habrá CS y quizá CSL. No habrá un GTS en paralelo con el CSL».
El Sr. Flasch dijo que la división M también seguirá atendiendo a los diferentes gustos de los clientes a través de la especificación Competition, más deportiva, y de más versiones de las variantes CS -y potencialmente CSL- orientadas a la competición. «CSL es sinónimo de ligereza, CSL es sinónimo de habilidad en los circuitos y del más puro carácter M que se puede conseguir en un coche que todavía tiene matrícula», añadió Flasch.
Un BMW M8 CS encajaría sin duda en esa caracterización.