La serie Rolls-Royce Black Badge incluye ahora los modelos Wraith y Dawn, y los británicos parecen bastante contentos de mantener las cosas así. En el Festival de la Velocidad de Goodwood de este año, podremos ver la última incorporación a la banda, el nuevo modelo Dawn Black Badge.
El anuncio se ha realizado hoy y viene acompañado de un anuncio de aspecto bastante inquietante, publicado en la cuenta de Youtube de la compañía. En lo que respecta al Dawn Black Badge, parece que el descapotable recibirá un nuevo sistema de escape para su enorme motor V12, así como un pequeño aumento de la potencia, elevando los niveles a 593 CV y el par a 840 Nm (620 lb-ft). Al parecer, el software de la caja de cambios también se ha modificado, al igual que la respuesta del acelerador, para ofrecer un mejor conjunto al conductor.
Los cambios continúan en lo que respecta a los frenos más potentes instalados, así como a una supuesta cremallera más rápida para la dirección, que mejoraría la conducción de esta lujosa nave de 5.000 libras. Para ser más precisos, los rotores, por ejemplo, han crecido en diámetro una pulgada completa, lo que demuestra que los ingenieros de Rolls-Royce se tomaron muy en serio cuando decidieron dar al Dawn el tratamiento Black Badge.
En términos de diseño, el tema general de la sobriedad del resto de los modelos Black Badge también se aplica aquí. Se han aplicado múltiples capas de pintura y laca y se han pulido a mano en un proceso que equivale al proceso de pintura y pulido más exhaustivo jamás utilizado para un color de pintura sólido, según Rolls-Royce. Además, el techo, que se abre en lo que los británicos llaman «Ballet Silencioso», también está disponible únicamente en lona negra, mientras que la cubierta trasera está acabada en cuero negro. El emblema del Espíritu del Éxtasis es ahora de cromo negro, al igual que el resto de la parrilla instalada en el coche de serie, que antes venía en cromo «normal». Desde la parrilla Pantheon en la parte delantera hasta el embellecedor del maletero, los tubos de escape y el embellecedor de la entrada de aire, todo es ahora negro.
Dado que estamos hablando de Rolls-Royce, el nivel de artesanía está muy por encima de las expectativas, con todo tipo de detalles intrincados repartidos por el habitáculo aquí y allá. Por ejemplo, se tejen hilos de aluminio de calidad aeronáutica, de un delicado diámetro de 0,014 m, que luego se unen en fibra de carbono. Las superficies se acaban con seis capas de laca antes de dejarlas curar durante 72 horas y pulirlas a mano hasta conseguir el acabado de espejo característico de Rolls-Royce. El resultado es un acabado muy contemporáneo, perfectamente adaptado a la estética más oscura y amenazante que exigen los clientes de lujo de hoy en día.
[fvplayer src=»https://www.youtube.com/watch?v=bDhpUBlxvLc» width=»640″ height=»360″]
Enlace para usuarios de móviles




