Hace poco más de un año, BMW y su archirrival Daimler recibieron luz verde para proceder a su fusión en el ámbito de los servicios de movilidad. Los dos gigantes alemanes fueron autorizados a fusionar algunos de sus servicios con el fin de ofrecer un par de alternativas útiles a los medios de transporte tradicionales. Entre tanto, las cosas han evolucionado y BMW y Daimler están empezando a entender mejor lo que buscan los clientes.
Algunos dirán que simplemente se están adentrando en lo desconocido, pero mantenerse al margen de los servicios de movilidad ya no es una opción, teniendo en cuenta el panorama. El tráfico en las zonas urbanas se está descontrolando y, con él, la contaminación. Eso significa que los fabricantes de automóviles tienen que encontrar una forma de ganar dinero también en el futuro, sin depender necesariamente de la venta de coches. Y cuando tu argumento se centra en el placer de conducir, quedarte parado en el tráfico puede perjudicar tus ventas.
En declaraciones a AutomotiveIt.com en el IAA a principios de este año, el jefe de marketing y comunicaciones de la división de Servicios de Movilidad de BMW, Tony Douglas, puso las cosas en perspectiva:
«La movilidad es un negocio enorme. Si se observa la cantidad de dinero que se invierte en este espacio, se puede estar seguro de que algo saldrá de él».
Eso es ciertamente cierto y se puede utilizar Uber o Lyft como ejemplo de ello, negocios que se ven desafiados ahora por las empresas conjuntas creadas por BMW y Daimler.
Pero eso es sólo una parte de la solución. Las ofertas de los dos fabricantes tradicionales de automóviles abarcan también otras áreas. Desde el aparcamiento inteligente hasta la recarga rápida de los coches eléctricos, cubren todas las bases en lo que se refiere a ir de A a B con rapidez.
Habrá que esperar para ver cómo evoluciona toda esta aventura, pero parece que las cosas van por buen camino.