Hace un tiempo, Evolve Automotive fabricó una especie de BMW M2 GTS, equipando un M2 con algunos de los elementos aerodinámicos de un M4 GTS y aumentando su potencia. Hay un pequeño problema con el aumento de la potencia y es el calor. Los BMW M2 ya son conocidos por tener un poco de calor cuando corren duro y parte de la razón es que parecen correr el mismo intercooler que un Serie 2 más estándar. Así que Evolve ha decidido dar a su coche de proyecto BMW M2 GTS uno nuevo.
En este nuevo vídeo de Evolve, podemos ver cómo se instala el nuevo intercooler CSF y cómo se pone el coche en el banco de potencia. El objetivo del nuevo intercooler es mantener las temperaturas bajas, para dar al coche más potencia y mantener la potencia en toda la gama de revoluciones. Mientras que el intercooler del coche de serie permitía que el motor se calentara y perdiera un poco de potencia, el del nuevo CSF no lo hace. Es mucho más grande y eficiente que el de serie de BMW.
Después de hacer funcionar el BMW M2 GTS en el banco de potencia con ambos intercoolers, podemos ver los gráficos y la diferencia entre ambos. Aunque no es enorme, ciertamente hay una diferencia entre el de CSF y el de serie. El primero ayuda a que el motor se mantenga más frío y, por lo tanto, le permite crear más caballos en toda su gama de revoluciones. Dependiendo de la marcha y de las revoluciones, se obtienen entre diez y veinte caballos más que con el intercooler de serie.
Así que si tienes un BMW M2 y vas a tunearlo, o incluso dejarlo de serie, vale la pena invertir en un nuevo intercooler. Le dará más potencia, mientras que también le permite correr más fresco y ganar un poco de longevidad extra.