Ejecutivos de BMW, Daimler y Volkswagen habrían sido invitados a la Casa Blanca

Los aranceles comerciales que la administración Trump se propuso aplicar a principios de este año ya han afectado a varias empresas. Si las cosas siguen por este camino, BMW está estimando una pérdida de casi 500 millones de dólares en el transcurso del próximo año, una situación que puede obligar a los ejecutivos de Múnich a replantearse su estrategia. Sin embargo, parece que ambas partes están dispuestas a negociar un poco más, ya que un nuevo informe afirma que el Presidente de Estados Unidos invitó a ejecutivos de BMW, Daimler y Volkswagen a la Casa Blanca para mantener conversaciones.

Según el informe, la reunión tendrá lugar después de Acción de Gracias y parece que antes de que se produzcan las conversaciones, los ejecutivos invitados a participar van a tener una pequeña charla con algunas personas en Berlín. Un buen acuerdo para ambas partes significaría que Estados Unidos podría replantearse su intención de imponer aranceles comerciales a los coches europeos, mientras que la parte europea del negocio podría no imponer un posible impuesto a los servicios digitales que podría perjudicar a empresas como Apple o Amazon, por nombrar algunas.

Al parecer, el presidente Trump decidió aguantar la aplicación de los aranceles por ahora, pero parece que su paciencia se está agotando, según fuentes internas de la Casa Blanca. BMW sería el único fabricante de automóviles de Alemania más interesado en conseguir un buen acuerdo. Volkswagen sólo fabrica su sedán Passat en Estados Unidos, así como el crossover Atlas, ambos en Tennessee, mientras que Daimler fabrica su sedán Clase C y sus SUV GLE y GLS en su planta de Alabama.

Ninguna de esas instalaciones se acerca siquiera a lo que BMW construye en Carolina del Sur, en Spartanburg. Los bávaros fabrican allí casi toda su gama de SUV X, con una capacidad de más de 450.000 unidades al año, tras una inversión de miles de millones. Según declaraciones recientes, los alemanes no tienen intención de frenar sus planes de desarrollo en Estados Unidos pero, claro, todo podría depender de esa polémica guerra comercial de la que todo el mundo habla estos días.

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